Nos acercamos al fin del primer
capítulo, cuyo objetivo es conocer qué son los milagros y qué significado
tienen. Terminar este curso fue para mí todo un desafío. Cuando lo estaba
terminando, en un viaje con David a Perú, nos bajamos del taxi al hotel
olvidándonos de sacar las maletas y el taxista se fue con ellas y con mi libro
dentro. Ahora pienso que él debía de hacer el curso y el destino se aprovechó
del momento.
Lo tuve que conseguir de nuevo.
Al finalizar el texto y comenzar con el libro de ejercicios, uno por día
durante un año, tardaba días en realizar el ejercicio como correspondía, me
olvidaba de practicarlos, lo dejaba para después, el caso es que no contenta
con mi desempeño, decidí comenzar de nuevo el texto, de más de 700 páginas
antes de lanzarme de lleno con los ejercicios, hasta que los hice como debían
de ser…tras más de 5 años, completé el curso, el cual te otorga el título de Ministra
de Dios…quién lo diría eh…que os habla una ministra…seguro que muchos estarán
flipando y yo la primera pero os aseguro que hablo desde el humor y no el
orgullo y la vanidad. Pero así lo siento, que parte de mi ministerio es
difundir este curso, la palabra de un gran maestro como Jesús y estoy contenta
de haber empezado…
Más fotos inspiradoras de mi
amado sur de Chile y de lo que fue … y será mi vida allá:
El obrar milagros trae consigo convicción en la capacidad, que es el
potencial y el lograrlos su expresión. Y la Expiación (profesión natural del
hombre: deshacer el error) el propósito.
El provee las oportunidades para obrarlo.
“El Cielo y la Tierra pasarán” significa que no continuarán como
estados separados.
Los perdonados son el modo de la Expiación. Al estar infundidos por el
espíritu, perdonan a su vez.
Los que son liberados deben unirse para liberar a sus hermanos.
“Tú tienes un papel en la expiación que yo te dictaré”.
El milagro sitúa a la mente en estado de gracia.
“Dado mi absoluto conocimiento del plan en su totalidad, yo debo
controlar su ejecución”
La Expiación comunica a Dios y a sus creaciones.
El milagro tiene por objeto restablecer la conciencia de la realidad.
Cómo escapar de la oscuridad:
La oscuridad es falta de luz así como el pecado es falta de amor. Es
consecuencia de nuestra creencia en la escasez. La verdad es siempre abundante.
“Se te dio todo cuando fuiste creado”.
El vacío que el miedo engendra puede ser sustituido por el perdón. “Por
lo que pude demostrar, la muerte no existe”.
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