miércoles, 26 de marzo de 2014

Divagaciones...

Hola a todos:

Son tiempos inciertos en el mundo, en mi país, en la vida. El Curso de Milagros del que tanto escribo, me enseñó que la voluntad de Dios para con nosotros es nuestra completa felicidad y que la luz, la dicha y la paz moran en nosotros. Sin embargo, yo no logro sentirme del todo dichosa en este mundo, me cuesta estar en paz y todo me afecta mucho. Soy de las que tengo que disimular en la peluquería que se me saltan las lágrimas leyendo una noticia de una revista del corazón, ni que decirte con las noticias, las que trato de evitar.



Caigo frecuentemente en saltos de Fé aunque nunca me siento desconectada del todo, se qué hay una Fuerza que me impulsa a seguir, a crear. Llevo 4 semanas en mi Centro de Prácticas, con discapacitados de todo tipo, otro planeta, por la forma en que te expresan el cariño, tan bondadosa y tan sincera, cómo se comunican, nunca dejan de comunicar, aunque no puedan hacerlo con palabras, aunque no escuchen, ellos entienden mucho más de lo que uno aparentemente podría llegar a pensar. Disfruto cada segundo, según me voy acercando hacia la entrada y les veo llegar en el autobús, se me pasa muy rápido el día y estoy a cada rato recreándome observándolos, tratando de entender cómo procesan, qué es lo que falla y cómo trabajarlo. 




Entreteniéndoles, pues tengo una hora de "Taller de Ocio" todos los días y eso me hace recurrir a mi creatividad y de pronto me doy cuenta de que es mucho más sencillo, que son ellos los creativos y hacen de una simple actividad todo un despliegue de ideas y risas. Lo mejor, la música, fantástica, terapéutica al 100%, terminamos nuestras sesiones con "El Canto del Loco", "ACDC" y atención! ...nueva serendipia de mi vida: En mi boda pedí una canción especial que bailé con pasión porque me emociona y fue un momento memorable, "Thunderstruck" de ACDC. Bien, pues uno de los usuarios del Centro, un autista que me tiene cautivada, en realidad a todas las terapeutas pues es bien peculiar y le encanta la música "dura" y los "locos" que la cantan, como dice él, y adivinen qué grupo le relaja y le pongo: "ACDC"...ayyyy menos mal que la vida aún me sigue sorprendiendo y pareciéndome una gran aventura, que a pesar de vivir con una incertidumbre constante, todavía me apetece...



Un abrazo a todos !!!

miércoles, 12 de marzo de 2014

Un Curso de Milagros (Cap.5) 2ª Parte.

Lo primero pedir disculpas por haberme retrasado en la entrega de la 2ª parte del capítulo 5, que a este paso, consistirá en mi entrega del mes de Marzo. Mis compromisos profesionales me están demandando mucho tiempo y entrega y debo limitar mi participación en el blog. Llevo 9 días de prácticas en Trastornos del Desarrollo en el centro Manos Tendidas, en Madrid. Ayer regresé a León hasta el lunes que vuelvo al ataque. Como todos los principios, me encuentro algo superada por las circunstancias y viéndome obligada a reajustar todos mis ritmos y actividades, así que hasta que me logre ordenar, mis disculpas si estoy algo lejos...

Sobre mis prácticas decir que creo que he sido llevada al lugar indicado, pero esto merece un post aparte que pronto llegará, sólo adelantar que me siento agradecida a Dios y a la vida por haberme puesto en ese lugar.

Y ahora, vamos a lo que vamos, preparados, listos, ya !!!


Enseñanza y curación: Unirse a la Expiación es la manera de escapar del miedo. El Espíritu Santo te ayuda a reintepretar todo lo que percibes como temible y te enseña que sólo lo que es amoroso es cierto. La verdad está más allá de tu capacidad para destruir, te perteneces porque tú eres una extensión de Dios y la creaste con Él. Nada que no sea bueno fue creado. La Expiación garantiza la seguridad del Reino y la unión de la Filiación lo protege. Su unión vence al ego que se desvanece y deshace. Dios crea compartiendo y sus creaciones son amorosas. Las ideas del ego entran en conflicto porque ocurren en diferentes niveles y están en oposición por lo que no se pueden compartir. Nada puede hacerte daño y por eso debes mostrar a tu hermano tu plenitud. “Ofrécele la otra mejilla”, muéstrale que nada puede hacerte daño y que no le guardas rencor. Te exhorto a que enseñes lo que has aprendido porque al hacerlo podrás contar con ello. El Espíritu Santo expía deshaciendo, siguiéndole encontramos el camino de regreso a Dios pero lo encontramos mejor si llevamos a nuestro hermano con nosotros. Lo que enseñes es lo que aprenderás. Cuando abandonas a uno de tus hermanos abandonas a Dios y a ti mismo. La Expiación te confiere el poder de una mente que ha sanado. Perdonando curas y compartiendo tu curación la conservas.

 
 

 
El uso que el ego hace de la culpabilidad: El propósito del ego es infundir miedo porque sólo los que tienen miedo son egoístas. Todo lo que genera miedo produce disensión porque obedece las leyes de la división. Si el ego es el símbolo de la separación también lo es de la culpabilidad, que es el símbolo del ataque a Dios, cosa que no tiene sentido excepto para el ego, siendo esta creencia de donde procede toda la culpa ¿cómo iba a poder separarse una parte de Dios sin creer que lo está atacando? El ego cree que usurpaste el poder de Dios pues cree que tú eres él. Por eso si te identificas con el ego te sientes culpable. El sentimiento de culpa es tan intenso que lo proyectamos afuera y por eso tememos tanto a las represalias. Lo que aceptas en tu mente se vuelve real para ti, pues la mente es capaz de crear realidad o de fabricar ilusiones. Si te sientes culpable es que tu pensamiento no es natural. Si tu mente está sana, sana a la vez al cuerpo pues la enfermedad es una forma de solución mágica ya que el ego cree que castigándose a sí mismo mitigará el castigo de Dios, pero eso es arrogante pues asume que Dios castiga. El ego no puede oponerse a las leyes de Dios pero sí puede reinterpretarlas. Dios creó al Espíritu Santo y no puedes deshacerlo y tú creaste al ego que sí puedes deshacer, pues si no piensas como Dios no piensas en absoluto. Puesto que formas parte de Su pensamiento, no puedes pensar separado de Él. El propósito de la Expiación es conservar del pasado únicamente aquello que ha sido purificado. La continua decisión de permanecer separado es la única razón de que siga habiendo sentimientos de culpabilidad.
 

 
 
El tiempo y la eternidad: Aunque Dios no está esperando, a su Reino le falta algo mientras tú esperes. En la eternidad las demoras no importan pero en el tiempo son realmente trágicas. Mi papel es desatar las cadenas que aprisionan tu voluntad y liberarla pero tu ego no puede aceptar esta libertad y como tú lo creaste, para ti es real. El ego dicta sentencia y el Espíritu Santo revoca sus decisiones. El ego no interpreta correctamente nada de lo que percibe. Hasta cita las Escrituras y las interpreta como testigos a su juicio y así la Biblia parece algo temible y lo que te genera miedo no lo llevas al Tribunal Supremo porque crees que te castigaría. La paciencia infinita produce resultados inmediatos y así el tiempo se intercambia por la eternidad, recurre al amor infinito y al producir resultados ahora, hace que el tiempo se haga innecesario.
 
 
La decisión a favor de Dios: Debes sentirte esperanzado pues estás al cuidado de Dios, echa sobre su hombro toda angustia. Muchos sanadores no han podido curarse a sí mismos porque su fe no era absoluta. A menos que el sanador se cure a sí mismo, no podrá creer que no hay grados de dificultad en los milagros. Sólo se te pide que le devuelvas a Dios tu mente tal como Él la creó. La Voz que habla por Dios se encuentra en ti. Dios te encomendó su Espíritu y te pide que tú le encomiendes el tuyo. Y dispone que estará  en paz porque tú eres de una misma mente y un mismo espíritu con Él. El último recurso desesperado del ego es excluirte de la Expiación, por su necesidad de mantenerse separado. Siempre que no te sientes completamente satisfecho es porque has reaccionado sin amor ante una de las creaciones de Dios. Tú lo percibes como un pecado y te pones a la defensiva porque prevés un ataque. Si sucumbes al sentimiento de culpa, reforzarás el error, en vez de permitir que sea deshecho. Tu papel consiste simplemente en hacer que tu pensamiento retorne al punto en que se cometió el error, y en entregárselo allí a la Expiación en paz.