Hoy quiero contaros la historia de un niño
muy especial y que para mí es todo un héroe, al que mi destino quedó ligado.
Fue uno de mis primeros pacientes en una de las escuelas en Chile y que a día de hoy sigue presente en mi vida aunque esté en España
y con quien mantengo el contacto de manera asidua. El por qué…esta mañana
recibí un mensaje suyo que decía: “Tía Reyes, mi mamá ha muerto”. Y yo quiero
dedicarle estas palabras de fuerza y de amor en estos momentos tan duros para
él.
La primera vez que le conocí llegó a rastras
a mi despacho, insultando a todo aquel que osaba dirigirse a él y me sorprendió
como tanta rabia cabía en un cuerpecito tan delgado y chiquitito, con esa voz tan
infantil. Tenía 13 años y algunos problemas…aunque hoy está convirtiéndose en
un joven muy guapo y muy listo. Fue ingresado por primera vez cuando tenía unos
pocos meses en un hospital, por desnutrición. Después de eso un camino torcido
que le llevó de institución en institución, alternado con fines de semana en casa
de sus padres, un lugar triste donde la pena, el resentimiento y la locura eran
sus principales residentes.
Al poco de conocerle fue expulsado de la escuela,
decisión con la que estuve de acuerdo pues el nivel de violencia del colegio
era alto y los compañeros se cebaban con él, que por otro lado no dejaba de darles motivos, además de que
fueron muchas las oportunidades que se le dieron pero él no terminaba de
adaptarse. Resulta que ese día perdió el control porque regresaba de un fin de
semana en su casa y su padre le había dicho que él no era su verdadero padre. Le
conseguimos una plaza en un colegio especial y le acompañé en todo el proceso.
No sólo yo sino el resto de un grupo de niños que formé para actividades
extraescolares y que sacaba por ahí cuando podía y que además se ganó todo el cariño del grupo, pues era ingenioso y divertido, tierno y bondadoso, cuando el ambiente le favorecía.
Fueron dos veces las que le acompañé a su
casa, para intentar hacer ver a sus padres, lo mal que le estaban haciendo. La
primera, el supuesto padre nos recibió en la cama, con un vaso de vino en el
suelo y una caja de gatitos paridos. La madre llevaba días sin aparecer y el
niño me llevó por varias casas donde podía estar, que me dejaron horrorizada de
ver cómo alguien podía vivir en esas condiciones. La segunda vez que fuimos, se
encontraban los dos en la casa, ella con la cara desfigurada de la ira de su
marido, cuando regresaba después de días tomando con cualquiera, como se le llama
en chileno al beber alcohol. En esa ocasión estaban serenos y me contaron cosas
que nunca olvidaré, echándose en cara el uno al otro todo lo que sus hijos habían
tenido que vivir. Les dije que de seguir así iban a terminar en el infierno. Sé
que esa no es una respuesta de psicóloga, pero las injusticias y mis formas a
veces me pierden.
Hoy murió tu madre y aunque dudo de que descanse
en paz, no deseo que vaya al infierno, en el que en realidad no creo. Pero
estoy segura de que le queda un largo camino hasta Dios y que deberá pagar de
algún modo por su inconsciencia. Sólo espero que se de cuenta de lo que ha
hecho y en su arrepentimiento te haga llegar de algún modo el amor que no supo
darte en vida.
Siempre te he dicho que si haces el bien,
cosas buenas sucederán en tu vida, pero tienes que esforzarte y aunque
últimamente parece que todo está perdido, nunca más me digas que no eres el
chico bueno que yo creo que eres. Yo he visto la luz en ti y pienso que con lo que has
vivido, me parece increíble que aun tengas ganas de intentarlo. Pero sabes que
de otro modo, lo que te espera es una pesadilla. Que te cuides más que nadie de
no caer en los vicios, que por tu experiencia de vida sabes que es bien fácil, como
me reconocías el otro día. Espero de ti que sigas adelante sin rencor y perdones
a tu madre por su inconsciencia, ella también fue víctima de sus circunstancias aunque no tuvo el coraje de superarse. Que te levantes si algún día caes y luches por
llevar una vida digna, que por otro lado, nunca he dudado de tu bondad y sé que
eres mucho más listo de lo que crees. No dudes que hay gente que te quiere y
que yo confío en ti y estoy segura que pronto nos veremos…esta vida es muy dura
pero atraemos hacia nosotros lo mismo que damos o bien pagamos los efectos de
nuestras causas, pero esto tiene un final, el sufrimiento no es eterno y la
vida recompensará a aquellos que se esfuercen y hayan hecho el bien.
Un abrazo muy fuerte…siempre me tendrás
cerca.
Precioso Reyes!
ResponderEliminarTú sí que eres preciosa !!!
EliminarMe ha emocionado tú blog. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices y me parece maravilloso Lo que haces incluso desde aqui por estos niños que tienen unas vidas tan duras. Un beso enorme
ResponderEliminarBelén muchas gracias por tus palabras pero no estoy segura de quién eres, eres ´mi querida amiga Belén Martín?
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