miércoles, 5 de noviembre de 2014

Un Curso de Milagros (Cap.7) 1ª parte.

Vuelvo a retomar mi compromiso de publicar el resumen del Curso de Milagros, no sé si a capítulo por mes aunque sí sin prisa pero sin pausa.

Os recuerdo que son 31 capítulos y que el mensaje es brutal, tan perfecto y reparador, tan complejo y a la vez tan sencillo, en conclusión, absolutamente renovador, ahí va....se llama:



LOS REGALOS DEL REINO

La Creación no es recíproca, Dios te creó a ti y te inspira a crear. Él creó a la Filiación y tú la expandes. Tienes el poder de acrecentar el Reino. Crear es amar, el amor se extiende hacia afuera porque es ilimitado. El ego siempre exige derechos recíprocos, ya que es competitivo en vez de amoroso. Busca siempre hacer tratos sin darse cuenta de que para ganar no hay que regatear. Lo que tú crees ser determina los regalos que haces y si Dios te creó extendiéndose a Sí mismo hasta dar lugar a lo que eres, sólo puedes extenderte a ti mismo tal como él lo hizo. Sólo la dicha se extiende y es eterna, es difícil explicarlo en palabras ya que éstas son símbolos. Dios no hace nada porque Él creó primero y para siempre y creó a sus co-creadores. La enfermedad y la separación no son de Dios, curar es corregir la percepción de tu hermano, viéndole como parte del Reino. Lo que proyectas o extiendes es real para ti, crees en lo que proyectas. Aprenderás lo que eres de lo que has proyectado en los demás. Sólo fuera del Reino aprendemos pues en él sólo hay certeza.



    
Nuestra mente está en conflicto porque obedecemos a dos voces, no importa la forma si no el significado. La lección es sólo una, que todo poder te pertenece y que el Espíritu Santo está siempre contigo, pero ese poder te fue dado para compartirlo, no para aumentar tu patrimonio a expensas de los demás. Debes percibir a tus hermanos en perfecta igualdad y saber que la mayor parte de los conflictos procede de no percibir así y de ser competitivo. Estar en el Reino es poner toda tu atención en Él. Mientras atiendas a lo que no es cierto, estarás eligiendo el conflicto.



La inspiración procede del Espíritu y la certeza de Dios. Lo único que tienes que hacer es esforzarte por aprender, pues el Espíritu tiene un objetivo unificado para tus esfuerzos. Si se aplican diferentes facultades a un solo objetivo durante un largo período de tiempo, las facultades en sí se unifican y se canalizan en una sola dirección. Al curar aprendes lo que es la plenitud y recuerdas a Dios. El objetivo del ego siempre es dividir y separar y el del Espíritu unificar y curar. A medida que curas eres curado, demuestras que no hay diferencias y estás en armonía con las leyes del Reino. La fuerza de la percepción correcta es tan grande que te sitúa en armonía con las leyes de Dios. Curar es una forma de olvidar la sensación de peligro que el ego ha sembrado en ti, al no reconocer la existencia de éste en tu hermano. Curar es el medio de comunicación, inspirada por Su voz y de acuerdo a Sus leyes. No acepta la confusión que el ego tiene entre mente y cuerpo. Sólo debemos curar a Su imagen y semejanza y así será consistente y todo lo consistente está libre de conflicto y los libres de conflicto serán los íntegros. Debemos curar a todos sin excepción pues el amor es incapaz de hacer excepciones. El miedo siempre hace excepciones y no produce alegría mientras que la curación sí. Separación versus integración.




Podemos oír dos voces, una nos muestra un ídolo al que veneramos por miedo pero no amamos y la otra nos muestra la verdad, que amaremos porque nos sentiremos identificados. El Reino es gloria y júbilo perfecto y reside en ti, ¿no te gustaría darlo?

No podemos olvidar al Padre pues su Espíritu está con nosotros pero somos olvidadizos. Al recordarlo podemos provocar cambios en las mentes de otros como Él cambia la nuestra. Contempla sólo esa Mente en todas partes y descubrirás la verdad en ti y a medida que compartas este pensamiento, estarás curando.

“Deja que tu mente brille junto con la mía en sus mentes y así se darán cuenta de la luz en ellos y esa luz retornará a ti y esa es tu ofrenda a la Creación”

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